“En una lluvia normal no vamos a tener este tipo de colapsos”, ha señalado el edil al ser cuestionado por la carencia de infraestructura hidráulica en la ciudad.
Las fuertes lluvias que recientemente azotaron San Luis Potosí provocaron inundaciones significativas en zonas clave de la capital, como el Centro Histórico y los barrios de San Miguelito y San Sebastián. A pesar de que el alcalde Enrique Galindo Ceballos atribuyó los anegamientos a precipitaciones “extraordinarias”, estas mismas lluvias han desatado críticas hacia la gestión municipal por la falta de previsión y respuesta efectiva ante fenómenos que, aunque inusuales, no son del todo imprevisibles.
Galindo argumentó que el sistema de drenaje de la ciudad, con redes de más de 50 años de antigüedad, no está preparado para soportar el volumen de agua que cayó en apenas dos días. Sin embargo, la falta de inversiones previas en la modernización de esta infraestructura crítica, a pesar del evidente crecimiento de la ciudad, ha sido señalada como una de las principales causas del colapso. “Nunca había llovido lo que está lloviendo ahora”, declaró el alcalde, excusando los problemas generados. Pero para muchos ciudadanos, este argumento es insuficiente cuando se trata de proteger sus viviendas y comercios de los daños ocasionados por las constantes inundaciones.
Vecinos del barrio de San Sebastián, una de las áreas más afectadas, realizaron un bloqueo en una transitada vialidad en protesta por la situación, lo que subraya el creciente descontento social. Aunque el gobierno municipal ha construido colectores pluviales en esta zona, las obras no han sido suficientes para evitar los anegamientos, lo que sugiere fallos en la planificación o una ejecución inadecuada de los proyectos. Galindo insistió en que “en una lluvia normal no vamos a tener este tipo de colapsos”, pero el hecho de que estos problemas persistan ha generado dudas sobre la capacidad del municipio para prevenir situaciones similares en el futuro.
Además de las lluvias, Interapas, el organismo encargado del agua y el saneamiento también ha sido cuestionado por su aparente falta de soluciones ante los crecientes problemas de taponamientos en los drenajes, los cuales atribuyen al aumento de basura en la ciudad.
Por si fuera poco, las continuas fallas en el suministro de agua desde la presa El Realito agravan aún más el panorama. El alcalde reconoció la gravedad de la situación, indicando que cada fallo del sistema “nos pone en jaque”. No obstante, la solución propuesta por la administración, que consiste en la perforación de nuevos pozos, sigue sin concretarse debido a restricciones financieras, lo que deja a cientos de colonias afectadas sin un plan claro de acción en el corto plazo.
Aunque Galindo intenta defender su gestión destacando que la ciudad “se recupera lo antes posible”, los ciudadanos que enfrentan inundaciones recurrentes y un sistema de drenaje deficiente cada vez tienen menos paciencia ante lo que consideran una administración reactiva, más que preventiva, frente a las crisis climáticas y de infraestructura.