El colectivo Pedaleando denuncia la falta de acciones estructurales y la necesidad urgente de garantizar una movilidad segura para los ciclistas en la ciudad.
El 25 de marzo, un ciclista sufrió un siniestro vial en la glorieta de Mariano Jiménez, ubicada sobre la Avenida Salvador Nava.
Afortunadamente, el ciclista se encuentra bien, pero este incidente resalta nuevamente la vulnerabilidad de los usuarios de la bicicleta en la ciudad y la urgente necesidad de una infraestructura vial adecuada. El colectivo Pedaleando hizo un llamado enérgico para que se garanticen condiciones de seguridad para los ciclistas en el entorno urbano.
El ciclista, quien es estudiante de la Universidad Politécnica y también se dedica al ciclismo de alto rendimiento, compartió su testimonio con el colectivo.
Relató cómo al circular por la extrema derecha de la glorieta, señalizando correctamente y utilizando equipo de seguridad como casco, luces y timbre, fue impactado por una camioneta que intentó ganarle el cruce a más de 60 kilómetros por hora. El impacto, aunque no causó daños graves, dejó al ciclista con golpes y raspones, y lo dejó “sofocado” por la fuerza del golpe.
“Me sorprendió la falta de asistencia por parte de las autoridades, quienes no llegaron al lugar para evaluar el siniestro ni brindar ayuda. Afortunadamente, la camioneta se hizo responsable del incidente, pero lo que más me llamó la atención fueron los comentarios de algunas personas y autoridades que sugirieron que las bicicletas no deberían circular por esas vialidades, pidiendo que rodeemos media ciudad por nuestra seguridad”, expresó el ciclista.
Tras el siniestro el colectivo Pedaleando, denunció que la violencia vial y la inseguridad para los ciclistas no son casos aislados ni culpa de los individuos, sino el resultado de un sistema que abandona a quienes se desplazan en bicicleta. El colectivo señaló varias deficiencias que contribuyen a la situación:
– Infraestructura inadecuada: Las ciclovías son inexistentes, discontinuas o inseguras, lo que obliga a los ciclistas a compartir las vialidades con vehículos motorizados en condiciones peligrosas.
– Falta de sanciones: Las infracciones como el exceso de velocidad, la invasión de espacios y la conducción temeraria no son sancionadas adecuadamente, lo que pone en riesgo a ciclistas y peatones.
– Ausencia de protocolos y estrategias: No existen protocolos eficientes para atender los siniestros que involucran a ciclistas, ni estrategias reales de prevención que aborden el problema de fondo.
– Prioridad a la infraestructura para autos: Las inversiones en seguridad vial son mínimas, mientras que la infraestructura para vehículos motorizados sigue siendo la prioridad.
El colectivo Pedaleando subrayó que la seguridad vial no puede seguir dependiendo solo de la “cultura” o de la precaución individual. “Se necesitan acciones estructurales y urgentes para proteger a los ciclistas”, dijeron, enfatizando que las autoridades deben asumir su responsabilidad y tomar medidas para crear una infraestructura vial más segura y accesible para quienes se desplazan en bicicleta.