La empresa se deslinda y se niega a proporcionar información sobre el conductor y las grabaciones de seguridad
Un autobús de la empresa Apolo Platinum fue asaltado la madrugada del 11 de febrero de 2025 mientras cubría la ruta de San Luis Potosí a la Ciudad de México, los pasajeros denunciaron irregularidades en el actuar del conductor y la falta de apoyo por parte de la empresa, lo que incitó a sospechas sobre una posible colusión con los delincuentes.
El autobús, con número de placa 83-RE-8G, partió a las 00:30 horas desde San Luis Potosí, la terminal de Apolo Platinum no se encuentra dentro de la Terminal Terrestre Potosina, sino en una ubicación cercana.
El viaje transcurrió con normalidad hasta que, alrededor de las 2:28 de la madrugada, la unidad se detuvo en una zona solitaria a la altura de Santa Rosa Jáuregui, Querétaro y según el testimonio de Yair, uno de los pasajeros, el conductor descendió del autobús con el pretexto de ir al baño, dejando la puerta abierta.
Momentos después, un vehículo llegó al lugar y dos hombres armados subieron al autobús, dispararon tres veces al aire y comenzaron a amenazar a los pasajeros con insultos y violencia.
“El asalto duró menos de 10 minutos. Nos encañonaron, pidieron celulares y carteras, y golpearon a varios pasajeros. Luego, se bajaron, cruzaron la carretera y huyeron en un vehículo con dirección a San Luis Potosí”, relató Yair N.
Tras el asalto, el conductor regresó al autobús y aseguró que también había sido víctima de los delincuentes, sin embargo, los pasajeros notaron inconsistencias en su versión:
* Afirmó que había bajado al baño, pero el autobús contaba con un sanitario a bordo.
* No se detuvo en una gasolinera cercana, sino unos 50 metros después, en una zona oscura.
* En un momento dijo que había bajado al baño, pero después aseguró que fue a un Oxxo.
* Al ser cuestionado por los pasajeros, se negó a identificarse o mostrar su licencia de conductor.
* No tenía señales visibles de haber sido golpeado, a pesar de que aseguró haber sido víctima del asalto.
“Después del asalto, el chofer simplemente regresó a la unidad y reanudó el viaje sin preguntar si alguien estaba herido o necesitaba ayuda y no hizo ninguna llamada de emergencia ni intentó buscar apoyo en algún punto de la carretera”, denunció Yair N.
Cuando los pasajeros finalmente llegaron a la terminal de Apolo Platinum en la Ciudad de México, ubicada dos cuadras atrás de la Central del Norte, exigieron respuestas sobre la identidad del chofer y el acceso a las grabaciones de seguridad del autobús.
Sin embargo, la empresa se negó a proporcionar cualquier tipo de información y simplemente les indicó que debían acudir al Ministerio Público para presentar una denuncia.
“La encargada de la terminal intentó hablar en privado con el chofer y nos impidió estar presentes en la conversación. Cuando le exigimos que nos proporcionara su identidad, se negó rotundamente y dijo que no teníamos derecho a pedir esa información”, relató Yair.
A pesar de que los pasajeros llamaron al 911 durante el incidente, denunciaron que la respuesta fue lenta y burocrática. No obstante, destacaron la rápida atención de la Policía de Proximidad Ciudadana de la CDMX, quienes les orientaron sobre el proceso de denuncia y confirmaron que la empresa de transporte está obligada a proporcionar la identidad del chofer si lo solicita el Ministerio Público.
Ante la falta de respuestas por parte de Apolo Platinum, los pasajeros afectados han decidido presentar una denuncia formal ante el Ministerio Público y acudir a la central de la empresa en San Luis Potosí para exigir explicaciones.
“Vamos a exigir que nos den los datos del chofer y las grabaciones del autobús. No podemos permitir que la empresa se deslinde de lo ocurrido y siga operando sin garantizar la seguridad de sus pasajeros”, advirtió Yair.
Hasta el momento, Apolo Platinum no ha emitido ninguna declaración oficial sobre el asalto, y las autoridades no han informado sobre avances en la investigación.