El desabasto de medicamentos en hospitales del IMSS en San Luis Potosí ha generado protestas y amparos legales. Pacientes con cáncer y enfermedades renales denuncian la falta de tratamientos, mientras el IMSS-Bienestar atribuye la crisis a una “sobredemanda” de servicios
San Luis Potosí enfrenta un escenario crítico en su sistema de salud pública, la falta de medicamentos e insumos en hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha generado protestas y descontento entre pacientes y familiares, quienes exigen soluciones inmediatas ante la ausencia de tratamientos esenciales para enfermedades graves como el cáncer y padecimientos renales.
Daniel Acosta Díaz, delegado del IMSS-Bienestar en San Luis Potosí, ha justificado el desabasto argumentando que se debe a una “sobredemanda” de servicios médicos. Según Acosta, el Instituto enfrenta el desafío de atender a más de 560 pacientes que requieren hemodiálisis, un tratamiento vital para personas con enfermedades renales. Aunque asegura que se están cumpliendo los amparos interpuestos, la realidad es que muchos pacientes han tenido que esperar semanas o incluso meses para recibir sus tratamientos, poniendo en riesgo sus vidas.
En lo que va del año, al menos dos protestas han tenido lugar frente a las instalaciones del IMSS, donde pacientes y familiares han exigido respuestas concretas. Los afectados señalan que el desabasto no es un problema reciente, sino que se ha agravado con el tiempo, afectando principalmente a quienes padecen enfermedades crónicas y cáncer.
Aunque el delegado del IMSS-Bienestar ha descartado su salida del cargo en el corto plazo, afirmando que permanecerá en su puesto “hasta que se le indique lo contrario”, la crisis ha puesto en evidencia las deficiencias del sistema de salud en San Luis Potosí. Las justificaciones de Acosta Díaz han sido recibidas con escepticismo por parte de la población, que cuestiona si el desabasto es realmente un tema de sobredemanda o si responde a una falta de planeación y gestión eficiente por parte de las autoridades.
Mientras tanto, la presión social sigue en aumento. Si no se toman medidas urgentes para garantizar el abasto de medicamentos y mejorar la infraestructura médica, las protestas podrían intensificarse, dejando al descubierto una de las problemáticas más urgentes en materia de salud en el estado.
La situación en San Luis Potosí refleja un problema nacional: la incapacidad del sistema de salud pública para responder a las necesidades de la población. Aunque el IMSS-Bienestar insiste en que está trabajando para resolver la crisis, las acciones concretas parecen insuficientes. Mientras los pacientes siguen esperando soluciones.