A la Presidenta de México, al Gobernador de San Luis Potosí y la sociedad mexicana:
A las mujeres potosinas, a las mujeres mexicanas:
Colectivo de familiares de mujeres privadas de la libertad en los Centros Penitenciarios de “La Pila” y “Xolol”. Somos familiares de las mujeres privadas de la libertad en el Estado de San Luis Potosí y el día de hoy, alzamos la voz que no tienen ellas para denunciar y visibilizar las injusticias cometidas contra las mujeres privadas de la libertad, abandono histórico, vulneración de derechos, marginación y exclusión que el Estado ha cometido contra las mujeres privadas de la libertad, también hablamos por todas las que no tienen familiares y están encerradas. Lo cual se ha incrementado a partir del 2023 ante los traslados generalizados e injustificados al Centro Penitenciario “Xolol”, manifestamos nuestra profunda preocupación y desesperación, y exigimos atención inmediata a esta situación.
Por ello, como familiares denunciamos lo siguiente:
1. En nuestro quehacer como familiares, las mujeres privadas de la libertad experimentan diariamente la violencia patriarcal, en formas de discriminación, machismo y vulneración a los derechos de las mujeres. Es importante reconocer que las mujeres merecen el pleno goce de sus derechos como lo es el derecho a una vida digna sin importar que estén detrás de los muros de una prisión. Las mujeres privadas de la libertad son personas, titulares de derechos humanos reconocidos por la Constitución y los tratados internacionales. El aislarlas de sus redes familiares, rompe de manera directa con su proyecto de vida colocándolas de manera directa en una situación de mayor vulnerabilidad psicosocial. Asimismo, recordamos que muchas de estas mujeres carecen de redes familiares que las apoyen, lo que las coloca en una situación de mayor vulnerabilidad.
2. La ruptura de los lazos familiares es una forma de violencia.
3. Los traslados dificultan la comunicación y convivencia con sus familiares, en su mayoría mujeres que enfrentan también la precariedad y los obstáculos para brindar apoyo a sus hijas, hermanas, madres o compañeras privadas de la libertad. Esta separación afecta de manera especial a los hijos e hijas de las internas, perpetuando ciclos de desigualdad y exclusión.
4. Además de causar graves daños a la salud física y emocional de las mujeres privadas de la libertad, ya que viven en constante angustia y desesperanza al no saber si serán trasladadas a otro lugar lejos de sus familiares y sin ninguna garantía respecto de su proceso.
5. Hemos sido testigos de la incapacidad del Estado para garantizar: a) condiciones dignas para las mujeres, b) proceso libres de violencia y dicriminación para las mujeres, c) procesos eficaces y pertinentes en la impartición de justicia, d) protocolos eficientes para la reinserción social
6. Por ello, los traslados arbitrarios e injustificados vulneran derechos fundamentales, debido a que estos movimientos se realizan en condiciones de opacidad, sin notificación adecuada a las familias ni garantías de respeto a los derechos de las mujeres. Como lo es el derecho al debido proceso del que gozan todas las mujeres, mismo que ha sido violentado durante los traslados, ya que se han llevado a compañeras que tiene audiencias próximas las cuales no se han podido llevar a acabo, las cuales prometen realizar por videoconferencia, siendo que en el centro penitenciario de Xolol no existen las condiciones para realizarlas, por lo que se ve transgredido este derecho.
Esta falta de transparencia perpetúa un sistema de violencia institucional. Al trasladar a todas las mujeres privadas de libertad a “Xolol” se da un mensaje punitivista patriarcal de estarlas sancionando ya no por la presunta infracción de la ley penal sino por el simple hecho de ser mujeres puesto que se les da un trato desigual en comparación con los hombres y, en ese sentido, la estrategia de gobierno no debería ser aislarlas más de lo que ya están y desconectarlas de sus familias, violentando masivamente sus derechos, sino buscar soluciones que les permitan estar cerca de sus familias, de servicios adecuados de salud para las que requieren atención especializada, de acceso al contacto con el mundo exterior a través de las organizaciones religiosas y de la sociedad civil, entre otras cosas.
7. Subrayamos que las condiciones en Centro Penitenciario “Xolol” son indignas y representan una forma de violencia estructural. Hemos sido testigos de la gravedad de la situación:
1. El acceso al agua es limitado e insalubre, afectando la salud de las mujeres.
2. Los alimentos son racionados y de baja calidad nutricional.
3. Hay constantes fallas en el suministro eléctrico, lo que afecta las condiciones de vida.
4. No se garantiza el acceso a servicios de salud adecuados, dejando a las internas desprotegidas.
5. La presencia de plagas compromete gravemente la higiene y la dignidad de las personas.
6. Se ven seriamente afectados nuestros derechos al debido proceso, a la tutela judicial, a la defensa adecuada, en suma, a acceder a la justicia.
7. Aislamiento de nuestras familias, al ser trasladadas a más de 350km de la capital del Estado, en donde no se encuentra transporte público directo, por lo que se tienen que hacer traslados en diversos lugares, y el acceso se vuelve complicado tanto económica como en logística.
Las condiciones observadas en el Centro Penitenciario “Xolol” no solo vulneran los derechos humanos de las mujeres, sino que también reflejan una preocupante indiferencia hacia su dignidad y bienestar. Para las que en este momento están allá, es imperativo que se implementen acciones inmediatas y estructurales para garantizar el acceso a servicios básicos, una alimentación adecuada, atención médica oportuna y un entorno higiénico, a fin de erradicar esta forma de violencia estructural y asegurar condiciones de vida dignas para todas las internas. Denunciamos sus traslados como una expresión de la violencia patriarcal que se vive en el Estado hacia las mujeres y también como una violencia hacia sus familiares.
Exigimos al Estado, proteger, garantizar y respetar los derechos de las mujeres privadas de la libertad. Exigimos que adopte un enfoque de CERO tolerancia a la violencia y discriminación contra las mujeres por medio de:
1. Garantizar condiciones dignas de vida para las mujeres privadas de la libertad, incluyendo el acceso pleno al agua potable, alimentación adecuada, atención médica, espacios limpios y libres de plagas.
2. Respeto al principio de proximidad familiar, evitando que los traslados desarticulen los lazos afectivos y de apoyo esenciales para las internas.
3. Una revisión integral de las condiciones de los Centros Penitenciarios, con la participación de organismos independientes de derechos humanos y colectivos feministas.
Llamamos a las mujeres, la sociedad y a las autoridades a abrir los ojos y mirar a un lugar a donde pocas veces volteamos, llamamos a no ser cómplices de estas injusticias. Las prisiones no pueden seguir siendo espacios de tortura, violencia y deshumanización para las mujeres. Al contrario, deben transformarse en lugares que posibiliten la verdadera reinserción social, basada en la justicia, la dignidad y el respeto a los derechos humanos.
Creemos firmemente en la fuerza colectiva y en la capacidad de la sociedad para exigir un cambio real.
Atentamente,
Colectivo de familiares de mujeres privadas de la libertad en los Centros Penitenciarios de “La Pila” y “Xolol”