El alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos, calificó como “sospechosa” su expulsión del PRI en pleno proceso de renovación de la dirigencia estatal. A la espera de una notificación oficial, aseguró que su militancia está respaldada por más de tres décadas y prometió fijar postura tras analizar el caso.
El alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos, enfrenta una situación compleja tras ser expulsado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), un hecho que él mismo considera motivado por intereses políticos en el contexto de la renovación de la dirigencia estatal. Aunque aún no ha recibido una notificación oficial, Galindo ha mostrado su preocupación por la forma en que se ha llevado a cabo el proceso.
La expulsión de Galindo se dio a conocer a través de un video en redes sociales, lo que generó sospechas en el alcalde. Según sus declaraciones, la notificación oficial fue intentada mientras él se encontraba fuera de la ciudad, asistiendo a la toma de protesta del gobernador de Jalisco, Pablo Lemus. Al regresar, encontró un citatorio para acudir a las instalaciones del PRI estatal el próximo lunes.
“Hoy fueron a notificarme, pero como no estaba, me dejaron una cita para el lunes. Estoy nervioso; a ver cómo me va”, comentó Galindo, quien calificó la notificación como un procedimiento “raro” y “poco serio”. Además, señaló que en el video donde se anunciaba su expulsión, algunas personas “hasta se escondían”, lo que, según él, deja dudas sobre la transparencia del proceso.
El alcalde potosino se mostró firme en su identidad priísta, asegurando que su militancia está respaldada por más de tres décadas de participación activa. Esto contrasta con los señalamientos del comité directivo estatal, que afirma que su trayectoria en el partido apenas suma nueve años.
Galindo aseguró que presentará pruebas de su militancia, incluidas credenciales, diplomas y cursos que ha completado a lo largo de su carrera política. “El priismo no es un documento; el priismo se lleva en las convicciones. Los priístas de verdad somos de hueso colorado”, declaró con determinación.
La coincidencia entre su expulsión y el proceso de renovación de la dirigencia estatal ha sido señalada como un hecho sospechoso por Galindo. Considera que podría tratarse de un intento de excluirlo del proceso electoral interno, pese a que asegura no tener interés en competir por la dirigencia del partido, sino en participar como militante activo.
“Es un proceso muy raro porque está en medio de la elección. O una de dos: o me querían sacar para que no compitamos o hay otros intereses”, expresó.
A pesar de esta controversia, Galindo no descarta otras alternativas políticas. Aunque afirmó que mantiene su compromiso con el PRI, reconoció que tiene “puertas abiertas” en otros partidos, como Morena y el PVEM. Sin embargo, subrayó que su prioridad sigue siendo su lealtad a la militancia priísta.
“Afortunadamente las puertas abiertas están en todos lados, pero la puerta que está más abierta es la de la militancia del PRI. Esa es la puerta más bonita, porque el verdadero priismo es galindista y ese no me lo quita nadie”, afirmó.
Enrique Galindo prometió emitir una postura oficial una vez que reciba y analice la notificación formal este lunes.
Con esta situación aún en desarrollo, el futuro político de Galindo dependerá de las decisiones que tome después de revisar los documentos y presentar su defensa.