A pesar de que la ciudad amaneció inundada y con un sistema de drenaje colapsado, el alcalde Enrique Galindo asegura que la capital está ‘reestablecida en un 80%’ y se compromete a atender los baches.
Las intensas lluvias que se presentaron en la ciudad de San Luis Potosí el día de ayer dejaron a su paso calles inundadas, vehículos varados y hogares afectados. En un escenario que se ha vuelto recurrente, gran parte de la capital sufrió nuevamente los estragos de un sistema de drenaje colapsado, poniendo en evidencia las carencias en la infraestructura urbana.
El alcalde Enrique Galindo Ceballos se presentó ante los medios para hablar sobre las acciones que su administración tomó ante la emergencia. “He estado de verdad sorprendido por el nivel de abundancia de las lluvias en la ciudad”, declaró el edil, destacando que desde la madrugada se encontraban trabajando varios departamentos municipales. Sin embargo, sus palabras sobre una ciudad “reestablecida en un 80%” rápidamente contrastaron con la realidad que muchos ciudadanos enfrentaban al despertar: calles anegadas, viviendas con daños y el cierre de arterias viales clave como el río Santiago.
El colapso del sistema de drenaje ha sido un problema recurrente en la capital, y las lluvias torrenciales de ayer no fueron la excepción. Mientras el alcalde resaltaba la rápida movilización de Protección Civil, Seguridad Pública, Servicios Municipales y Ecología, la pregunta en el aire era clara: ¿por qué San Luis Potosí sigue experimentando este tipo de colapsos cada vez que hay lluvias fuertes?
Las promesas del alcalde se centraron en resolver otro problema que, los baches. “Lo que tenemos cerrado es el río Santiago, que genera una afectación y hoy deja descubierto una meta que hay que arreglar, que me pongo como meta, que es el tema de los baches”, afirmó Galindo Ceballos, comprometiéndose a resolverlo.
El drenaje colapsado no es un problema nuevo para San Luis Potosí. Las deficiencias en la infraestructura urbana han sido tema de debate durante varias administraciones, pero la falta de soluciones estructurales ha perpetuado el ciclo de inundaciones. Las lluvias de ayer no solo dejaron al descubierto las fallas en el sistema, sino también la necesidad de replantear las prioridades en cuanto a obras públicas.
Mientras tanto, los ciudadanos esperan que las promesas del alcalde sobre los baches sean solo el inicio de una estrategia más amplia que incluya una modernización del drenaje. De lo contrario, las lluvias futuras seguirán poniendo a prueba la resiliencia de una ciudad que, una vez más, se encuentra bajo el agua.