El apoyo del PRI fue decisivo, con los votos de Alejandro Leal Tovías y Bernarda Reyes Hernández, este respaldo no pasó desapercibido, ya que Reyes forma parte de la bancada del PAN, lo que añadió más complejidad al juego político.
En una sesión marcada por la controversia, el Congreso del Estado de San Luis Potosí aprobó la Reforma Judicial con 19 votos a favor, 7 en contra y ninguna abstención, siendo el estado número 22 en respaldar estos cambios constitucionales, lo que destacó durante el debate fue la postura del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuyos legisladores votaron a favor de la reforma, rompiendo con la línea opositora tradicionalmente atribuida al partido en el contexto local.
La sesión, que contó con la asistencia de 26 de los 27 diputados, evidenció una división notable entre los legisladores, entre los ausentes, destacó la diputada Gabriela Martínez Lárraga, de Redes Sociales Progresistas, el apoyo del PRI fue decisivo, con los votos de Alejandro Leal Tovías y Bernarda Reyes Hernández, este respaldo no pasó desapercibido, ya que Reyes forma parte de la bancada del PAN, lo que añadió más complejidad al juego político.
Leal Tovías subió a la tribuna para defender la reforma, argumentando que, como demócrata, es imperativo acatar las decisiones tomadas dentro del marco constitucional, además, expresó su confianza en que la reforma será ejecutada bajo el liderazgo de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, buscando generar beneficios tangibles para el sistema judicial del país, sus declaraciones apelaron al deber de los legisladores de garantizar que las decisiones adoptadas sigan fortaleciendo el Estado de Derecho.
Por su parte, Reyes Hernández, al justificar su voto, puso en el centro de la discusión a las comunidades indígenas, resaltando la necesidad de que la justicia incluya a todas las personas, en especial a los pueblos originarios, la diputada comenta que la reforma puede ser una vía para garantizar un futuro más equitativo, donde las comunidades marginadas encuentren un espacio más justo dentro del sistema legal.
Mientras tanto, las voces opositoras, como la del diputado Rubén Guajardo Barrera del PAN, señalaron irregularidades en el proceso, Guajardo criticó que la sesión fuera adelantada sin el debido aviso a los legisladores, lo que provocó que algunos tuvieran que incorporarse con retraso; también argumentó que la reforma, sin cambios en las Fiscalías, no lograría una transformación significativa en el ámbito de la justicia, ya que sin un sistema de procuración adecuado, la implementación de estas modificaciones sería limitada.
El debate se desarrolló en un ambiente tenso, con la presencia de militantes y simpatizantes de los partidos oficialistas, quienes celebraron a los diputados del PVEM, Morena y PT, mientras abucheaban a los opositores. Durante varias intervenciones, el presidente de la Mesa Directiva tuvo que intervenir para solicitar orden ante el tumulto generado en la sala.
A pesar de las críticas, los legisladores que votaron en contra, incluyendo a los panistas Rubén Guajardo, Aranzazú Puente, José Ramón Torres García y Juan Francisco Aguilar, junto con Edmundo Torrescano, diputado sin partido, y los representantes de Movimiento Ciudadano, Emma Idalia Saldaña y Mauricio Ramírez Konishi, admitieron que su postura tenía un valor más simbólico que práctico, dado que la aprobación de la reforma ya había sido asegurada por la mayoría de los congresos estatales.
Este episodio resalta la importancia de los votos del PRI en el desenlace legislativo, y pone de relieve la continua fractura política en el Congreso de San Luis Potosí, donde las alianzas y decisiones individuales de los diputados pueden redefinir las posturas tradicionales de los partidos.