Los uniformes más solicitados a nivel superior son los quirúrgicos, batas de medicina, uniformes de chef, ingeniería y corporativos.
Con el regreso a clases, las papelerías y los comercios especializados en uniformes y bordados han experimentado un incremento significativo en sus ventas, con alzas de hasta un 80% en las últimas semanas.
Esta tendencia, impulsada por la demanda de productos escolares y vestimenta específica, ha generado un notable impacto económico en estos negocios, que han visto una fuerte reactivación justo antes del inicio del ciclo escolar.
“Todo el año se venden uniformes, pero en realidad el volumen es mínimo en comparación con lo que ocurre en esta temporada. Al regreso a clases se disparan las ventas de una manera muy elevada”, afirma Larisa, vendedora con amplia experiencia en el sector.
Larisa, quien lleva más de 30 años dedicada a la venta de uniformes y bordados, explica que actualmente los uniformes más solicitados a nivel superior son los quirúrgicos, batas de medicina, uniformes de chef, ingeniería y corporativos, -estos productos, esenciales para distintas carreras profesionales, han demostrado ser una parte crucial del gasto en educación-.
Los precios de los uniformes varían considerablemente según el tipo; los uniformes quirúrgicos, por ejemplo, tienen un costo que oscila entre los mil y mil 400 pesos; el caso de los uniformes de chef, la filipina tiene un precio de 550 pesos, mientras que los mandiles se venden a 250 pesos y los uniformes industriales y corporativos representan un gasto de alrededor de 450 pesos.
En cuanto a los bordados, un detalle importante en muchos uniformes, los costos van desde los 25 hasta los 100 pesos, dependiendo del tipo y número de puntadas que se requieran.
La alta demanda ha llevado a que los tiempos de entrega de los pedidos se extiendan considerablemente, con plazos que van desde dos hasta tres semanas, dependiendo del tipo de uniforme y del nivel educativo que se requiera; esta situación ha obligado a los comerciantes a implementar estrategias de pago más flexibles.
“Sabemos que el regreso a clases representa un gasto importante para muchas familias, por eso ofrecemos la posibilidad de apartar los uniformes desde el inicio de las preinscripciones y realizar pagos mes a mes, para que no se les haga tan pesado”, concluye Larisa.
Este fenómeno demuestra que, aunque las ventas de uniformes y útiles escolares se mantengan relativamente constantes durante el año, es en esta temporada cuando se observa un verdadero auge, beneficiando tanto a los comerciantes como a los consumidores que buscan prepararse para el nuevo ciclo escolar.