“El problema de la Carretera 57 es un problema mucho muy severo y muy fuerte, ya hemos levantado la voz a la parte federal porque esta carretera ya debió de haber quedado lista desde este gobierno federal” afirmó Enrique Villafuerte, titular de la Unión de Usuarios de la Zona Industrial de San Luis Potosí (UUZI).
San Luis Potosí enfrenta un problema severo con el colapso casi diario de la Carretera 57, una de las principales rutas utilizadas por los trabajadores para llegar a las fabricas y empresas de la zona industrial.
Este problema ha generado graves afectaciones en el traslado de los empleados, causando retrasos y contratiempos que impactan directamente en la productividad y el bienestar de los trabajadores.
“El problema de la Carretera 57 es un problema mucho muy severo y muy fuerte, ya hemos levantado la voz a la parte federal porque esta carretera ya debió de haber quedado lista desde este gobierno federal y contar con tres carriles en ambos sentidos, de otra forma, cualquier accidente desequilibra a la zona industrial y afecta la producción de la gente y su tiempo”, afirmó Enrique Villafuerte, titular de la Unión de Usuarios de la Zona Industrial de San Luis Potosí (UUZI).
El constante colapso de esta vía no solo provoca contratiempos para los trabajadores, sino que también ha generado pérdidas económicas significativas para las fábricas y empresas de la región, Villafuerte explicó que “cuando tienes preparado un evento o vas a una parte a cerrar contratos y ya te aventaste dos o tres horas en el tráfico, ya no llegas a tiempo y no te reciben, lo que obliga a reprogramar citas y si los productos son perecederos, hay que tener aún más cuidado”.
La Carretera 57 es una arteria vital no solo para los trabajadores de la zona industrial de San Luis Potosí, sino también para los transportes de carga que se dirigen a estados aledaños; los accidentes diarios están creando contratiempos significativos para la entrega puntual de productos, afectando la cadena de suministro y generando un impacto económico negativo en la región.
La situación requiere una pronta solución por parte de las autoridades federales para evitar que el problema siga escalando y afecte aún más la economía y la vida diaria de miles de trabajadores y empresas en San Luis Potosí.