Escrito por Ericka Segura.
El cristianismo adoptó y transformó las costumbres paganas relacionadas con el culto a los árboles sagrados.
El árbol de Navidad es uno de los símbolos más representativos de esta festividad cristiana, donde a nivel mundial a partir de cada 8 de diciembre cristianos arman dentro de sus hogares un árbol de Navidad junto al pesebre.
Siendo el cristianismo el que adoptó y transformó costumbres paganas relacionadas con el culto de los árboles sagrados y así nació el pino decorado de Navidad el cual representa vida eterna y fertilidad dentro de un hogar.
Cuenta la leyenda que en el siglo VIII inicio desde los babilonios quiénes cortaban un árbol, le colgaban adornos y le dejaban regalos debajo de él.
Ante esto los pueblos que fueron evangelizados tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo, las esferas representan las manzanas que simbolizan el pecado original y las tentaciones, así, los adornos comestibles como galletas de distintas formas.
El color de la decoración del árbol tiene un significado, si los adornos son azules hablan de arrepentimiento, el rojo de peticiones, el dorado son alabanzas y el plateado de agradecimiento.
En cuánto a las luces que adornan el árbol navideño, cuenta la historia que Martín Lutero vio el espectacular brillo de las estrellas de la noche invernal reflejarse sobre estos árboles, centellando, por ese motivo quedó impresionado y puso velas sobre las ramas de un árbol de navidad inspirándose en aquellos destellos.
Las luces representan la luz de Jesucristo la gracia divina y el sentido de iluminar el camino de la fe, los moños y cintas manifiestan los lazos familiares la unión y presencia de las personas queridas, los adornos de angelitos en el árbol son los mensajeros entre los hombres y el cielo, su papel es la protección.
Finalmente, la estrella siempre se coloca en las cima del árbol y representa la estrella de Belén, es la guía de la fe.