El alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo, podría ser expulsado del PRI tras acompañar a Verónica Rodríguez en su registro como aspirante a la dirigencia estatal del PAN. La presidenta estatal priista, Sara Rocha, señaló que los estatutos del partido prohíben asistir a actos partidarios de fuerzas políticas antagónicas.
La reciente participación del alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos, en un acto interno del Partido Acción Nacional (PAN) donde incluso encabezó el evento al cual también acudió vestido de azul, ha generado una controversia dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que pertenece desde hace 40 años y el cual dos veces lo hizo candidato a la alcaldía.
Su asistencia al registro de Verónica Rodríguez Hernández como aspirante a la dirigencia estatal del PAN ha provocado que la presidenta estatal priista, Sara Rocha Medina, considere su expulsión como una posibilidad real, señalando que esta acción podría ser interpretada como una afrenta hacia el tricolor.
El pasado 18 de noviembre, Galindo acompañó a Rodríguez Hernández a su registro, un evento que, según él, fue motivado por cortesía política y por su compromiso con la coalición que llevó a ambos a sus actuales posiciones: “Llegamos, ella al Senado y yo a la alcaldía en esta alianza PRI-PAN-PRD, así que yo le estoy dando la cortesía política de acompañarla. No tiene ninguna otra connotación, pero sí le deseo suerte en este ejercicio interno del PAN”, explicó el edil.
Sin embargo, Sara Rocha sostiene que el acto fue de carácter exclusivamente partidista, no institucional, lo cual está regulado por los estatutos del PRI. “Yo creo que es una afrenta, es correcto, no podemos ir a eventos partidarios cuando ya no estamos en campaña. Fuimos coalición, concluyen las elecciones y concluyen los trabajos”, enfatizó la dirigente priista.
La normativa interna del PRI es contundente en este tipo de casos. Según el artículo 257 de los estatutos del partido, en sus fracciones VI y VII, un militante puede ser expulsado si se solidariza con la acción política de partidos antagónicos o si promueve y apoya actos de proselitismo de candidatos de otros partidos. Esto deja abierta la posibilidad de que la conducta de Galindo sea sancionada, aunque aún no se ha iniciado un proceso formal en su contra.
“No supe qué fue a hacer ni he visto fotos, pero yo, por ejemplo, si me invitan a eventos de temas institucionales, con mucho gusto. Este fue un tema del partido, no institucional, y los estatutos son claros. Se han aplicado en muchos compañeros; ya veremos qué se decide y qué determina el Comité Ejecutivo Nacional”, señaló Rocha, quien reiteró que la decisión final sobre el futuro de Galindo como militante priista recae en la instancia nacional.
Por su parte, Galindo ha defendido su decisión argumentando que su participación no representó un respaldo político directo al PAN, sino un gesto de respeto y apoyo hacia una colega con quien ha compartido proyectos bajo la alianza. Sin embargo, este razonamiento no parece haber sido suficiente para disipar las tensiones en el PRI.
Por ahora, el desenlace de este caso está en manos del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que deberá decidir si Galindo permanece como militante o si será sancionado con la máxima pena contemplada en los estatutos, la expulsión.