Una casa antigua en avenida Reforma amenaza con derrumbarse, poniendo en evidencia el peligro creciente de los inmuebles abandonados en el centro histórico de San Luis Potosí.
La mañana de este miércoles, una casa antigua y abandonada, ubicada en la avenida Reforma, cerca de la esquina con Mariano Arista, ha generado preocupación tras presentar un evidente riesgo de derrumbe en su fachada. El perímetro de la fachada ha sido acordonado, aunque se desconoce quién tomó la iniciativa de hacerlo, esta medida fue considerada acertada para proteger a los transeúntes que suelen circular por la banqueta frente al inmueble, ya que el desprendimiento de escombros representa un peligro inminente.
Este suceso se suma a una creciente lista de edificaciones del Centro Histórico de San Luis Potosí que, debido a su antigüedad y el abandono en que se encuentran, presentan riesgos estructurales. Entre los casos más preocupantes, destacan el histórico teatro Alarcón y la famosa casona de Carranza, ambos inmuebles en manos de particulares, lo que ha dificultado la intervención del Ayuntamiento capitalino para su preservación o rehabilitación.
Las condiciones climáticas, sumadas a la falta de mantenimiento adecuado, han agravado la situación de estas propiedades, exponiendo a los ciudadanos a accidentes potenciales. El caso de la casa en avenida Reforma es particularmente alarmante, ya que la caída de escombros ha comenzado, poniendo en riesgo la seguridad de quienes transitan por la zona.
La comunidad exige la intervención inmediata de Protección Civil para evaluar el estado del inmueble y tomar las medidas necesarias antes de que ocurra un incidente mayor. Aunque el cordón de seguridad temporal ha mitigado el riesgo a corto plazo, la situación requiere una solución definitiva.
Este no es un caso aislado, sino parte de un problema más amplio relacionado con la falta de regulación y mantenimiento de edificios históricos en el centro de la ciudad. La dificultad de intervenir en propiedades privadas ha sido un obstáculo constante para las autoridades, quienes deben buscar soluciones que balanceen la preservación del patrimonio con la seguridad pública.
La situación de estos inmuebles no solo afecta la imagen del centro histórico, considerado uno de los más importantes del país por su valor cultural y arquitectónico, sino que también representa un riesgo latente para la ciudadanía.