El olvido de Valle Dorado: Vecinos denuncian que los baches han tomado control de sus calles, mientras el ayuntamiento voltea hacia otro lado.
Las calles de la colonia Valle Dorado en la capital potosina se han convertido en un campo minado de baches, un problema que no solo afecta la movilidad de los vecinos, sino que también pone en riesgo la seguridad de los conductores y la integridad de sus vehículos. Según denuncias de los habitantes, el deterioro de las vías en esta zona no es un fenómeno reciente, sino que ha persistido durante años, sin que el ayuntamiento de San Luis Potosí haya tomado acciones concretas para resolverlo.
Calles como Acerina, Perla, Ópalo, Aguamarina y Granate son solo algunas de las más afectadas por los baches, los cuales, en muchos casos, han alcanzado tamaños que los hacen intransitables. Los vecinos de Valle Dorado señalan que la falta de mantenimiento en estas vías ha provocado no solo incomodidad, sino también daños materiales considerables. “Ya he tenido que reparar mis llantas en dos ocasiones este año, y siempre es por lo mismo: los baches. Parece que no les importa que vivamos aquí”, comenta con indignación un vecino de la calle Perla.
Este problema no es exclusivo de Valle Dorado, sino que se extiende a otras colonias de la zona sur de la ciudad, como B. Anaya, Jardines del Sur y Dalias. Los habitantes de estas áreas también han levantado la voz, denunciando que el servicio de bacheo parece no llegar nunca a sus calles. “Es frustrante ver cómo las calles en el poniente de la ciudad están en perfectas condiciones mientras que aquí, en el sur, estamos olvidados. Pagamos nuestros impuestos como todos los demás, pero el servicio no es el mismo”, comenta una vecina de la calle Acerina.
La queja se extiende más allá de los daños en los vehículos. Los vecinos temen que la situación empeore con las lluvias que seguirán presentándose en la capital, cuando los baches se llenan de agua y se vuelven trampas invisibles para conductores y peatones. Además, la acumulación de agua en estas cavidades también podría contribuir a la proliferación de mosquitos, en un momento en que la ciudad enfrenta una alerta sanitaria por el dengue.
Los residentes denuncian que, mientras tanto, las obras de “Vialidades Potosinas” y los servicios de bacheo parecen concentrarse únicamente en la zona poniente de la ciudad, donde se encuentran las colonias de mayor poder adquisitivo. Esta disparidad en la atención ha generado un sentimiento de abandono entre los habitantes de las colonias del sur, quienes consideran que sus necesidades no son atendidas con la misma urgencia.
Este escenario de desatención y deterioro urbano es un llamado de alerta para las autoridades municipales, que deben recordar que cada rincón de la ciudad merece ser atendido con equidad, sin importar la ubicación o el nivel socioeconómico de sus habitantes. Mientras tanto, las calles de Valle Dorado y sus alrededores seguirán siendo un testimonio de la urgencia de una intervención que aún parece lejana.