Semanalmente un familiar del delegado, que se presenta como la directora de comercio, la señora Constanza, exige pagos de cinco mil pesos a los comerciantes, “aquellos que no pueden o se niegan a pagar, enfrentan amenazas y daños en sus puestos de trabajo”.
Desde hace más de quince días, los habitantes y comerciantes de la delegación de Pozos se encuentran en pie de lucha frente a la presidencia delegacional.
Su protesta es una respuesta a las acusaciones de corrupción y mala administración que pesan sobre el delegado Gerardo Ávila y su equipo de funcionarios.
La manifestación ha sacado a la luz una serie de denuncias que incluyen extorsión, amenazas y falta de respuesta por parte de las autoridades locales.
Los habitantes de Villa de Pozos exigen que el delegado Ávila se presente para entablar un diálogo y abordar temas críticos que afectan a la comunidad, tales como la escasez de agua, la seguridad pública y la ejecución de obras públicas; así, piden que los abusos en las cuotas de piso impuestas a los comerciantes terminen.
Un comerciante, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias, declaró que semanalmente un familiar del delegado, que se presenta como la directora de comercio, la señora Constanza, exige pagos de cinco mil pesos a los comerciantes, “aquellos que no pueden o se niegan a pagar, enfrentan amenazas y daños en sus puestos de trabajo, está situación ha generado un clima de miedo e incertidumbre entre los pequeños empresarios locales” comenta un manifestante que se mantiene en el anonimato.
Cabe destacar que la situación se agrava con las denuncias de amenazas directas contra los manifestantes, “varios residentes han informado que han recibido advertencias de parte de los familiares de Constanza y del delegado Ávila, a una manifestante entraron en su hogar donde irrumpieron en su hogar, causando desorden y daños materiales, además de dejar un mensaje intimidante por su participación en la protesta”, comenta un manifestante que se encuentra en el anonimato.
Estas amenazas han generado un ambiente de tensión y miedo entre los habitantes de Villa de Pozos, quienes se sienten desprotegidos y vulnerables ante las acciones de los funcionarios locales y sus allegados.
Ante los reiterados llamados de auxilio por parte de los comerciantes y residentes, la alcaldesa Daniela Cid ha respondido que el ayuntamiento no puede intervenir y que la resolución de estos conflictos debe darse de manera interna entre los habitantes de Pozos y el delegado.
Esta respuesta ha dejado a la comunidad de Pozos sin el apoyo necesario para enfrentar la situación, aumentando la frustración y el descontento generalizado.
Así, ocho días atrás, el delegado Gerardo Ávila prometió a los manifestantes que se abriría un espacio para el diálogo, sin embargo, en lugar de cumplir con su promesa, desestimó la gravedad de la protesta, comentando que, si los manifestantes querían continuar, él lo tomaría como unas vacaciones pagadas.
“Este comentario ha sido percibido como una burla y una falta de respeto hacia las legítimas preocupaciones de la comunidad y no es justo estamos cansados de vivir así” comenta un manifestante.
Cansados y atemorizados por la constante incertidumbre y el abuso de poder, los habitantes de Villa de Pozos han solicitado la intervención del gobierno del estado.
“Le pedimos al gobernador que nos ayude a agilizar el proceso de municipalización de Villa de Pozos, con la esperanza de que esto ponga fin a las problemáticas actuales y otorgue mayor autonomía y protección a la comunidad” comenta, un manifestante anónimo.
Los manifestantes han dejado claro que no se retirarán hasta obtener respuestas y soluciones concretas.
Esta situación ha puesto de relieve la necesidad urgente de un cambio en la administración local y el establecimiento de mecanismos que garanticen la transparencia y la justicia para todos los ciudadanos de Villa de Pozos.
En Villa de Pozos actualmente se refleja una crisis profunda de gobernabilidad y confianza en las autoridades locales, se pueden ver las denuncias de corrupción, extorsión y amenazas son un llamado de atención para las instancias superiores de gobierno, que deben intervenir de manera inmediata para restaurar el orden y la justicia en esta comunidad.
Los habitantes y comerciantes de Pozos han demostrado su valentía al alzar la voz contra los abusos, y ahora esperan que sus demandas sean escuchadas y atendidas.